lunes, 12 de octubre de 2015

Audatia - Guía de cartas (5): Boucicault

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Continuamos la guía con el segundo personaje: Jean le Maingre II, apodado “Boucicault”. Mariscal de los ejércitos franceses de Carlos VI y uno de los mejores generales de la Guerra de los Cien Años, luchó en Agincourt, fue capturado y murió en cautiverio. Luchó en dos duelos contra el condottiero Galeazzo da Mantova, después de que el francés cuestionase en público el valor de los italianos.

Ambos contendientes iban a enfrentarse con lanzas y a caballo, pero Boucicault, impaciente, desmontó y fue contra Galeazzo antes de que pudiese terminar de montar. Los dos se enzarzaron e intercambiaron algunos golpes, pero el duelo fue detenido. En su segundo duelo, Galeazzo derrotó a Boucicault.

La baraja que representa al aguerrido francés contiene, como todas, nueve cartas de habilidad:

Taunt: Burla (básica)
Deny: Negar (básica)
Eye of the Lynx: Ojo del lince (básica)
Eye of the Lynx: Ojo del lince
Pre-empt: Anticipación
Pre-empt: Anticipación
Second Thought: Reconsiderar
Lure: Señuelo
Perfect Measure: Mesura perfecta

Lo primero que notamos es que todas las cartas de Habilidad, excepto Negar, tienen un requisito de habilidad, y por lo tanto nuestra elección inicial de Virtud determinará el estilo de juego, además, vemos que de las nueve cartas, seis utilizan Prudentia, una utiliza Audatia, una utiliza Fortitudo y la última no necesita ninguna Virtud. Por lo tanto, Boucicault necesita Prudentia para utilizar la inmensa mayoría de las Virtudes, y cualquier otra elección hará que tenga que centrarse en Ataques y Stretto, en lugar de utilizar Habilidades. Por lo tanto, una buena estrategia del oponente sería escoger Prudentia para sí mismo si puede, para de ese modo reducir las opciones de Boucicault. Hablemos ahora de cada una de estas cartas por separado:




Burla: si tenemos ventaja en Audatia, podemos utilizar esta carta en Fuera de Alcance para obligar al oponente a jugar un Ataque.

Es una de mis habilidades favoritas, por su capacidad de confundir y destrozar la estrategia del contrario. La idea es utilizarla cuando Boucicault es el Retador: de este modo, el oponente se centra en su papel de Retado, y elige una Posta defensiva y una mano acorde con esa defensa. Mientras espera el ataque de Boucicault, este juega Burla. Ahora, el Retado se convierte forzosamente en Atacante, un papel para el que probablemente no estaba preparado. Las posibilidades son infinitas: puedes obligar al oponente a que entre en un Intercambio o un coontraataque, aprovechar las debilidades de su Posta… Si se usa una vez el juego está algo avanzado, cuando las cartas empiezan a escasear, nos puede dar la victoria.





Negar: cancela el efecto de una carta de Habilidad del adversario. Hay que jugarla inmediatamente después de que el oponente juegue dicha carta.

Se trata de una carta un poco rara, el salvavidas de Boucicault, pero menos efectivo que el de Galeazzo. Galeazzo puede jugar Salida siempre que quiera, pero Boucicault sólo puede jugarla como respuesta a una Habilidad. Es decir, que si el adversario le vence por medios “normales” (Golpes o Stretto), no hay nada que hacer. Pero se puede cancelar una Finta, una Patada en la Entrepierna o, aún mejor, una Salida. Es decir, si conseguimos vencer a Galeazzo y éste trata de escapar con Salida, podemos negársela. La verdad es que es una carta sin mucho sentido (no sé cuál es la interpretación esgrimística) y que altera el juego de una forma que no me acaba de agradar. Al ser básica, dificulta un poco una victoria en un solo turno. En fin, manías mías.





Ojo del lince: con ventaja en Prudentia, puede jugarse en cualquier momento y obligar al oponente a mostrar la mitad de su mano, redondeada al alza.

Una carta que personalmente utilizo muy poco, ya que el adversario puede elegir qué cartas te muestra, y reservarse las más importantes. Puede servir, no obstante, para comprobar qué cartas de Stretto tiene el adversario (y por lo tanto, con cuáles conviene quedarse y cuáles se pueden jugar con seguridad). En mi experiencia, no suele surgir la oportunidad de utilizar Ojo del lince de una forma clara y determinante, pero en momentos importantes puede venir muy a mano. Es como el comodín del 50%.





Anticipación: con ventaja en Prudentia, puedes atacar. Dicho Ataque tiene +4 en Audatia. Se juega en Fuera de Alcance.

Es la carta opuesta a Burla, ya que permite atacar a un Retado (y con ello, sorprender al Retador, que esperaba ser quien atacase). También sirve a un Retador para asegurarse de que, en su Ataque, superará en Audatia al oponente. El problema principal de esta carta tiene que ver con lo que yo considero el problema principal de Audatia: la Virtud de Audatia y la mecáncia del Saludo y la Entrada Audaz. Ya expliqué en la entrada anterior que la Entrada Audaz al principio del juego no tiene sentido, y yo no hago más que ver cartas y mecánicas orientadas a este concepto. Nunca se sabe si Galeazzo tendrá en la manga la carta de Patada en la Entrepierna y nos fastidiará la partida. No obstante, Anticipación puede servirnos en medio del duelo para atacar cuando no nos toca, y ganar esa ventaja en Audatia para hacer una Entrada Audaz si necesitamos pasar a Stretto rápidamente (otra estrategia para ello, si no disponemos de Ataques, es utilizar Coda Longa y defendernos de lo que nos venga, pasando después automáticamente a Stretto).






Reconsiderar: al igual que sucedía con Galeazzo, la carta de Reconsiderar permite recuperar una carta cualquiera de la pila de descarte, siempre que se tenga ventaja en Prudentia y se juegue en Fuera de Alcance. Boucicault, por el contrario, sólo tiene una de estas cartas. Nos sirve para recuperar un Golpe, una carta de Stretto descartada, una Habilidad… Muy útil, nos puede salvar la partida.






Señuelo: previa ventaja en Fortitudo, y en Fuera de Alcance, obligamos al oponente a gastar una carta de Golpe y cambiar a la Posta en la que termina dicho Golpe. Es una carta muy estratégica, que no sólo obliga al oponente a perder una carta, sino que también lo obligamos a cambiar a una Posta desde la que no tenía previsto empezar el asalto. Podemos conseguir llevarlo a una posición desde la que no pueda reaccionar. Si se usa bien, nos puede dar la partida. La necesaria ventaja en Fortitudo le da un punto diferente: probablemente no la utilizaremos, ya que Boucicault busca de forma intuitiva la Prudentia, pero si el adversario nos la quita, tenemos todavía una carta de Habilidad muy buena con la que sorprender al adversario.





Mesura perfecta: la carta estrella de Boucicault. He pensado en traducirla como “mesura” por su significado arcaico de “medida” (no es un anglicismo, haya paz). Si Boucicault tiene ventaja en Prudentia, puede jugarla, y su siguiente Golpe tendrá +4 de Audatia, +4 de Celeritas y +4 de Fortitudo.

Aunque resulta impresionante, si se juega en un momento inapropiado, no nos da nada en especial y se desperdicia. Hay que utilizarla en combinación con una buena estrategia, ya que nos permite superar al adversario en (casi) cualquier comparación de Audatia, Fortitudo o Celeritas. Evitar o realizar un Intercambio, negar o realizar una Entrada Audaz, escoger el lado de Stretto… Si se usa en el momento preciso, nos da la partida y aplastamos al adversario.

Como vemos, Boucicault depende muchísimo de la Prudentia para desplegar su catálogo de Habilidades, y si carece de ella, básicamente está en un apuro y tendrá que ser MUY bueno con sus Golpes y Stretto. En comparación con Galeazzo, que reparte sus Habilidades entre todas las Virtudes, Boucicault es más predecible, por decirlo así. Según mi experiencia, Boucicault es versátil, aunque más orientado a la Distancia, a conocer las cartas del adversario y mantenerlo a raya gracias a su amplio catálogo de Golpes. La Prudentia es casi obligatoria para este duelista (aunque si su oponente se la “quita”, puede aprovechar muy bien Celeritas para realizar Contraataques e Intercambios, y Galeazzo con Prudentia no puede hacer gran cosa).


El próximo día hablaremos de la tercera baraja, la de Agnes Hotot, ¡la doncella sin temor! Saludos.